Sobrevivir a la pandemia con un balón de fútbol en un cruce de semáforo
Por David Toro
A las 6:00 a.m. muchas personas inician su jornada laboral en las intersecciones de los semáforos. Esos escasos 60 o 120 segundos de luz roja son el espacio que muchas personas utilizan para ofrecer un producto o brindar entretenimiento mostrando alguna habilidad o destreza, esperando a cambio que los conductores les brinden una moneda que servirá para generar una cantidad suficiente de dinero para pagar un alquiler o llevar pan a casa.
José Chavarría, de 26 años, es una de tantas personas que trabajan en los semáforos. Durante la pandemia, junto a algunos de sus amigos, practican estilo libre con el balón, una disciplina que consiste en realizar trucos y maniobras que requieren de mucho equilibrio y control de la pelota. De hecho José, es uno de los pioneros en Guatemala en este arte. Inició hace 10 años y durante ese tiempo ha sido la forma en la que se ha ganado la vida.
Llegó la COVID-19 a Guatemala y los planes para José cambiaron negativamente. Los eventos, las giras, las competencias y las clases particulares con la que lograba complementar sus ganancias mensuales quedaron paralizadas, y además, hace unas pocas semanas se enteró de que será padre. Ahora el semáforo de la 2ª calle y 7ª avenida de la zona 4, es el uno de los pocos lugares donde puede ganarse la vida y la dificultad es mayor porque debido a las medidas de contención existe menor cantidad de vehículos.
Cada mañana José llega en su motocicleta desde la Colonia Betania, ubicada en la zona 7, a este lugar. Se reúne con algunos de sus compañeros y comienzan la jornada, la mayoría realiza su rutina y descansan cuando el semáforo marca verde. José se rota entre los dos semáforos del sector, ya que si no toma descansos no logra juntar un poco más de dinero.
Durante las 4 horas que labora en el semáforo espera juntar alrededor de Q140 “yo ya no veo igual el dinero, cada quetzal que gane lo tengo que cuidar mucho”, dice José mientras cuentas las monedas y las guarda en su mochila.
Trabajar en los semáforos tiene reglas no escritas, por ejemplo se organizan para que no hayan más de 5 personas laborando en el mismo espacio para garantizar que todos puedan ganar dinero y porque luego del medio día la Policía Municipal de Tránsito (PMT) no les permite laborar en estos espacios.
“Yo quiero ganarme la vida con esto mientras sea joven y tenga fuerza”, agrega José, quien sueña con tener su propia academia para compartir con otros jóvenes los conocimientos que adquirío sobre la disciplina del “futbol freestyle”, ha sido campeón centroamericano en tres ocasiones y en 2016 fue semifinalista en el campeonato latinoamericano realizado en Colombia, él fue de los mejores cuatro participantes.
