Pedagogía de la tierra (reflexiones de cuarentena)
Para Amalia (mi esposa), Us’ij y NIkte (mis hijas), para ustedes
Por Kajkoj Maximo Ba Tiul
1. Como no estar de acuerdo con tus reacciones, si te hemos hecho tanto daño, desde la ambición del miserable capitalista, hasta la ignorancia del más pobre, a quien le susurran al oído que si utiliza los venenos que venden en las agro ventas, les dará más ganancias y saldrán de la pobreza.
2. Solo veo en tus venas corre sangre caliente, no porque el sol sea así, si por que la maldad del capital, te ha hecho sangrar, como lo hacemos los hijos e hijas, cuando no logramos sentir y pensar, desde nuestras madres.
3. El rico, el pobre, el indígena, el ladino, el europeo, el norteamericano, el chino, el japonés, ahora te dicen ¡Madre!, pero como decirte, Madre si no te hemos cuidado ni protegido te hemos destruido.
4. Cuando siento el calor del “sagrado fuego” que penetra hasta tus entrañas, siento que lloras desde dolor profundo siento que lloras del calor intenso, porque no es un calor de amor, si no un calor de ambición, de ignorancia y de destrucción.
5. Acaso no nos damos cuenta que la pandemia es producto de nuestra desvergonzada ambición? no hemos reparado sobre la causa de la ignorancia a la que nos ha sumido el sistema.
6. ¡Ay!, cuando siento el calor del fuego que seguro entra en tus entrañas y recorre sobre tu gran rostro sólo me pongo a pensar sobre la forma como te estamos destruyendo. La pandemia parece que es poca advertencia, aún me parece que tendrás más cosas que revelarnos, algo así como cuando nuestras madres además del consejo, nos corregían.
7. Si esa es la pedagogía tuya, de decirnos las cosas para que corrijamos el rumbo ojalá que lo podamos hacer, porque siento que el tiempo pasa rápidoy no nos dará tiempo reparar el daño.
8. Duele, madre; duele ver a tus hijos e hijas, corriendo para arriba y para abajo, queriendo apagar los incendios, como nos lo hacemos hoy, con la pandemia, corremos y tratamos de hacer las cosas bien, para no contagiarnos.
9. Pero sigo pensando que el contagio será poco, si no no le ponemos atención, que tú todos los días nos das señales, como los signos de los tiempo, el cielo truena, las montañas retumban, el koj (tigre, pantera), el koy (mono), el tz’ikin (aves) todos están volviendo a encontrar sus territorios, territorios que el capitalismo les arrebató, ojalá que esto podamos aprender algo.
10. Pero parece que no vamos a aprender, porque en medio de la pandemia, seguimos quemando las montañas, y tu sigues sudando y llorando.
11. Oh, madre mía, chakuy qa maq, chakuy qa majq, oh, madre mía, ojalá, que cuando nos queramos levantar, no sea demasiado tarde.
12. Hoy hablamos de volver a la tierra, cuál tierra, qué tierra, hablamos de soberanía alimentaria, de buen vivir, del trueque.
13. Pero como hablar de eso y volver nuestro rostro a ti, y como vamos a volver ti, si al final solo eres nuestra madre de palabra, pero de corazón estamos lejos.
14. Por eso te vuelvo a decir, ojalá que cuando queramos volver la visa a ti,no sea demasiado tarde, porque el tiempo se está yendo rápido.
15. Ojalá, que sepas disculparnos, perdonarnos, y ojalá, que nuestros hijos y nuestras hijas, aprendan a que no deben vivir para destruir, sino vivir para cuidarte y protegerte.
16. Ojalá que aprendamosa volver a vivir en comunidad lejos de lo urbano, en donde la vida es individualista, que volvamos a vivir en comunidad, con todos y todas, con nuestros hermanos menores y mayores, pero sobre todo, contigo madre.