Murphy Paiz firma un convenio que convierte el EPS en un apoyo para la Cámara de Industria
Por David Toro
El Ejercicio Profesional Supervisado (EPS) es un programa que fue creado en 1970 por tres odontólogos, con la intención de que los estudiantes de la Universidad de San Carlos (USAC) aportaran sus conocimientos para dar solución a las problemáticas sociales del país; sin embargo en mayo de este año el rector Murphy Paiz y el Consejo Superior Universitario (CSU), aprobaron un convenio suscrito con la Cámara de la Industria de Guatemala (CIG) para que los estudiantes realicen esta práctica profesional en empresas asociadas. Esto aleja a esta casa de estudios de su carácter público.
El rector Murphy Paiz firmó un convenio de cooperación con el presidente de la CIG, Carlos Tefel, valiéndose de la autonomía que posee la USAC para comprometerse a enviar estudiantes a las empresas que pertenecen a esta Cámara que aglutina a la gran industria de Guatemala, para que ahí desempeñen sus pasantías y sus prácticas profesionales, conocidas como Ejercicio Profesional Supervisado (EPS), según se lee en el numeral 2.1 de este convenio con fecha de 15 de mayo del 2019.
En cambio, la CIG se compromete entre varios puntos a “Colaborar en proyectos académicos conjuntos como vinculador y ente de monitoreo de los servicios de investigación, desarrollo e innovación de beneficio, tanto de calidad como valor para la empresas o empresas en formación (emprendedores). “
“El EPS no fue creado para trabajar de la mano de grandes empresarios”
Tres odontólogos con sensibilidad social Otto Menéndez, Carlos Enrique Pómez y Jorge Cordón fueron quienes hace 50 años crearon el Ejercicio Profesional Supervisado (EPS) impulsado con la creación del Departamento de Servicio Social Universitario dirigido por el Dr. Otto Menéndez que en una entrevista explica que “la idea original la escribimos sobre una piedra en Jacaltenango, cuando nos dimos cuenta de la situación en la que vivían las comunidades olvidadas del país”.
El Dr. Menéndez lamenta que a pesar de que el EPS fue estructurado hace 50 años actualmente no se desarrolla como se debe, porque la idea inicial era que los estudiantes realizarán la práctica profesional durante los cinco años de duración de la carrera de manera progresiva y no únicamente 10 meses del último año de estudios como se hace en la actualidad.
Actualmente en facultades como la de Agronomía, el EPS tiene tres fases: un diagnóstico para detectar los problemas, una investigación en el área y desarrollar servicios para solucionar los problemas que hayan sido detectados, según explica el profesor universitario, Alfredo Iztep.
“El EPS no fue creado para que los estudiantes trabajen en empresas privadas o con instituciones estatales, se trata de trabajar directamente con las comunidades y las organizaciones campesinas” destacó el Dr. Menéndez.
¿Por qué el convenio va en contra de los principios de la USAC?
La reforma universitaria de Córdova en 1918 fue un hito histórico que tuvo influencia en el movimiento estudiantil en Guatemala del mismo modo que en el resto de América Latina, en 1920 se crea la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU), y hasta la fecha ha habido varios procesos de reforma que le dieron a la USAC su carácter público y autónomo.
Según la ley orgánica de la USAC, la universidad tiene el mandato de colaborar con el estudio de problemas nacionales y plantear posibles soluciones. Suscribir convenios que privilegien intereses empresariales podría afectar el cumplimiento de dicho mandato, ya que designar la elaboración del EPS únicamente a empresas privadas limita el alcance y aportes que puede tener el conocimiento de los estudiantes en poblaciones desplazadas y olvidadas por el Estado y estos empresarios.
Este convenio fue una de las causas que provocaron el reciente levantamiento estudiantil en la USAC, debido a que un sector del estudiantado considera que este tipo de políticas atenta contra el sentido público de la universidad. El Colectivo estudiantil Universitario CEU en un comunicado exigen la rescisión inmediata de este convenio “donde se pretende condicionar al ejercicio de práctica supervisada para favorecer los intereses del sector privado organizado. “
Para este artículo se intentó obtener el criterio de uno de los integrantes del CSU, el decano de la facultad de agronomía Mario Godínez, pero solamente se limitó a decir que el CSU esta dispuesto a dejar sin efecto ese convenio, si se encuentran en un error.
El recurso económico un dilema para realizar el EPS en la actualidad
El Ingeniero agrónomo Alfredo Iztep lleva veinte años trabajando como docente en la USAC, actualmente coordina los EPS de los estudiantes de esta unidad académica, en entrevista aseguró que en este segundo semestre del año envían a un aproximado de 80 estudiantes a realizar su práctica, algunos las realizan con cooperativas o oenegés que trabajan en comunidades indígenas rurales.
Iztep destaca que el mayor problema que enfrentan los estudiantes en la actualidad es la falta de disposición de fondos de parte de la USAC para realizar su práctica supervisada, en algunas empresas donde los jóvenes realizan el EPS logran que se les pague un salario mínimo, que en realidad no es nada ya que lo que ellos realizan prácticamente es un trabajo profesional.
“En agronomía muchos estudiantes quieren hacer su práctica en empresas privadas porque piensan que les van a pagar bien, tengo alumnos que han ido a trabajar a ingenios azucareros o empresas de palma africana, pero los explotan y regresan arrepentidos muchas veces” señala el ingeniero Iztep. Según su criterio, un convenio con la CIG no resuelve los problemas que tienen los programas de extensión de la Universidad, pues además de que no hay garantías para los estudiantes, se estaría limitando a trabajar en proyectos que están diseñados para la industria y no para el desarrollo comunitario como está pensado
Texto del doctor Otto Menéndez para lectura:
