Este 1º de mayo sigue la lucha, nuestras casas serán nuestras plazas, por un trabajo digno y la salud de nuestras familias

Prensa Comunitaria KM169
4 min readMay 1, 2020

--

Foto: cortesía SITRASEPAZ

“Instrúyanse, porque necesitaremos de toda nuestra inteligencia;

Conmuévanse, porque necesitaremos de todo nuestro entusiasmo:

Organícense, porque necesitaremos de toda nuestra fuerza”

Antonio Gramsci, 1 de mayo de 1919.

Este 1º de Mayo, Día Internacional del Trabajo, sin duda, será atípico como ninguno de los que recordamos las últimas generaciones. La crisis sanitaria mundial y las medidas de confinamiento no permitirán que las calles y plazas se llenen de trabajadores y trabajadoras alzando sus banderas, sus reivindicaciones y defendiendo sus derechos alcanzados.

Pero hay algo que esta crisis ha visibilizado, y es la importancia de la clase trabajadora para el funcionamiento de nuestra sociedad y la generación de riquezas para las élites empresariales y financieras. Si la clase trabajadora se detiene, se paraliza la economía.

Otra cuestión que la pandemia ha puesto en evidencia son las precarias condiciones de trabajo que prevalecen en nuestro país. Guatemala ha sido catalogado en diversos informes publicados por organismos internacionales como “uno de los peores países del mundo para trabajar” debido a prácticas laborales injustas que muchas veces hacen que el trabajo se lleve en condiciones infrahumanas y sin ningún tipo de protección ante situaciones como el incumplimiento del pago del salario mínimo, jornadas laborales abusivas, la falta de prestaciones, el impago de indemnizaciones y la vulneración del derecho de sindicación y de libertad sindical, etc. Es decir, un incumplimiento sistemático de la muy débil legislación laboral con una impunidad prácticamente total y la consecuente indefensión de los trabajadores y trabajadoras guatemaltecas.

Las élites de este país y sus gobiernos han dado muestras claras de no tener la intención de implantar un plan nacional de empleo decente (siguiendo la terminología de la Organización Internacional del Trabajo), con un marco normativo que coloque a la clase trabajadora y a las familias guatemaltecas como la base de una economía productiva y el desarrollo sostenible del país. Por el contrario, siempre se ha promovido el crecimiento económico basado en la acumulación de las riquezas generadas por los trabajadores y trabajadoras en manos de una pequeña élite, a través de la concentración y centralización del poder político y de los medios de producción.

En este contexto es fundamental pensar en un cambio de paradigma en esta materia, establecer nuevos pactos sociales donde la generación de los empleos dignos y la seguridad de las personas trabajadoras sean la verdadera prioridad y el eje sobre el que pivote el sistema económico del país.

Materializar este cambio de paradigma en Guatemala precisa también de cambios importantes en la cultura sindical y organizativa de nuestro país. Fundamentalmente, requiere la reconstrucción o creación de organizaciones sindicales democráticas y de clase, que defiendan los intereses de los trabajadores y trabajadoras e intervengan como agentes sociales implicados activamente en la construcción de una sociedad más justa y democrática. Igualmente este cambio no puede entenderse sin la generación de nuevos liderazgos que tengan capacidad de actuar como interlocutores ante las organizaciones empresariales o patronales, el Gobierno, el Congreso de la República y los partidos políticos.

“Los derechos se conquistan, no se mendigan”, así se ha demostrado a lo largo de la historia. Han sido las luchas obreras y campesinas las que han empujado la conquista de derechos laborales sociales básicos y, en general, han sido el motor del progreso de nuestra sociedad.

Actualmente, nos encontramos a las puertas de la pandemia provocada por el COVID-19 y se prevén efectos devastadores para la clase trabajadora en Guatemala y para los grupos más vulnerables del país: Aumento del desempleo, más pobreza, más hambre e inestabilidad.

Trabajar en tiempos de coronavirus implica un reto sin precedentes e implica tomar una serie de medidas de protección sanitaria y social. Las personas trabajadoras se encuentran ante la disyuntiva de evitar el contagio y mantener sus ingresos económicos.

Recordemos que en nuestro país siete de cada 10 personas trabajadoras, lo hacen en la economía informal, son ellas quienes tienen mayores dificultades para quedarse en sus casas cuando la tortilla de cada día falta en la mesa familiar. En este sentido, el Gobierno deberá impulsar medidas que permitan la la progresiva regularización del empleo informal y la formalización de la economía sumergida. No es posible seguir volviendo la vista ante la realidad de este sector, en la mayoría de los casos la única fuente de ingresos para muchas familias, Urge, por tanto, ir transformando esta economía de subsistencia en empleos de calidad, con derechos y seguridad social, para garantizar una vida digna. No se puede hacer cuarentena con hambre.

Al mismo tiempo, mientras el Presidente Giammattei anuncia la pronta normalización de la actividad laboral en todos los sectores de la economía, cuando el país se encuentra en plena aceleración de la curva epidemiológica, es indispensable que la clase trabajadora exija, al unísono, a las empresas y patronales que garanticen las medidas de protección sanitaria de todos los trabajadores y trabajadoras.

Este 1º de Mayo nuestras casas serán nuestras plazas, nuestras calles. Los trabajadores y las trabajadoras estaremos unidas en la distancia para seguir reivindicando un trabajo digno para una vida digna, Allí dónde nos encontremos y por todos los medios que podamos alzaremos nuestra voz, una vez más, para denunciar la desigualdad social y continuar exigiendo nuestro derechos laborales y sociales. La unidad y la movilización siguen siendo elementos imprescindibles para avanzar. La cuarentena solo hará que no ocupemos las calles pero no tiene por qué ser sinónimo de desmovilización. Nos jugamos mucho. Construyamos nuevos espacios de confluencia, sigamos tejiendo pueblos, empecemos a conquistar el futuro.

--

--

Prensa Comunitaria KM169
Prensa Comunitaria KM169

Written by Prensa Comunitaria KM169

Hacemos periodismo comunitario, feminista y autónomo, documentamos la voz de los pueblos y sus diferentes luchas.#Periodismo #Investigación #Comunidades

No responses yet