Entrevista a Bernardo Caal Xol “Hace quinientos años desnudaron los pueblos indígenas y lo siguen haciendo”
Por Élia Borrás y Augusto Magaña
El maestro y líder comunitario Bernardo Caal cumple una sentencia de siete años de prisión para defender la supervivencia del río Cahabón y Oxec.
Los domingos es día de visitas en la prisión de Cobán, capital del departamento de Alta Verapaz de Guatemala. En el centro de la ciudad está el recinto penitenciario donde nos espera el preso político Bernardo Caal. Hace dos años que está encarcelado por defender el río Oxec de un megaproyecto hidroeléctrico denominado Oxec S.A.
Sentenciado a siete años y cuatro meses de prisión nos cede dos horas de su tiempo de visitas para la entrevista. Hoy, su mujer, ha hecho un viaje de 8 horas en autobús para llevarle comida. Asegura que tiene que hacer el doble porque la mitad se lo quedan los mismos funcionarios. Después de pasar un registro muy estricto y entrar en la sala del director solo con cámara, libreta y bolígrafo se escucha una voz que grita: “Caal Xol, Caal Xol!”. “Gracias por venir”, nos dice, mientras le sacan las esposas.
Por qué dice que es un preso político por defender el río?
La sentencia dice que yo robé cables, material de obras y objetos personales a la empresa encargada de construir la hidroeléctrica Oxec. La denuncia, pero dice que esto pasó un 15 de octubre de 2015, el mismo día que yo estaba en la capital, Guatemala, para ir a buscar unos papeles. Además, ¿porque quiero cables yo? Sí yo soy maestro!
No obstante, la denuncia sobre el robo le llega al 2017, dos años más tarde de los hechos. ¿Por qué?
No es casualidad. Es el mismo año que la Corte de Constitucionalidad de Guatemala (CC) falla a favor del recurso que yo había presentado porque se parara la producción de la hidroeléctrica Oxec. Había ganado pero las represalias sirven para silenciar el pueblo.
¿Cómo resistís a estas empresas?
Nosotros solo reclamamos que se respete el derecho internacional y se cumpla el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que da autonomía en los pueblos indígenas para decidir sobre nuestro territorio a través de una consulta libre, previa e informada.
En el año 2017, usted organizó una consulta donde participaron, casi, 30.000 personas con un resultado claro de NO a la hidroeléctrica. ¿Por qué desde el Estado no se tuvo en cuenta el resultado?
Paralelamente, el Ministerio de Energía y Minas organizó su consulta, solo con once comunidades. A cada familia se los dieron hasta 200.000 quetzals (23.000 euros).
Y el resultado?
Fue favorable a la hidroeléctrica.
Pero usted no está defendiendo el agua, sino el río. Qué tiene el río?
Es la supervivencia de mi cultura, es cómo si yo me apoderara del río Nil o el río Jordán. Es por eso que lo defiendo, por dignidad a mí mismo, como pueblo maya q’eqchi. Hace quinientos años desnudaron los pueblos indígenas y lo siguen haciendo.
Pero esta defensa del río es la que dice le ha llevado a prisión. ¿Se arrepiente?
Hace 14.000 horas que estoy aquí aguantando la tortura de la prisión. En todo caso para mí es un orgullo porque si yo no hubiera levantado la voz, nadie sabría qué pasa con el río. Es un sufrimiento al cual yo le encuentro sentido.
¿Qué es lo que más le costó acostumbrarse en la prisión?
El cierre. Tengo una agenda diaria y así no se me hace tan pesado el día. Redacto cartas y durante los días de visitas se las llevan y las colgamos en las redes sociales. Se tienen que aprovechar las redes sociales para comunicar en el mundo y decir como se ven las cosas desde la prisión.
Su compañera de resistencia por el territorio, Ana Rutilia, también ha ganado un recurso que presentó ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para parar la producción de la hidroeléctrica Renace. Cree que se saldrán?
No se espera un futuro claro para los defensores y defensoras de los Derechos Humanos en Guatemala, pero esto no significa que claudiquemos. Uno de los objetivos de haber ido a los tribunales era que se conociera el tema. Especialmente por el empresario Florentino Pérez que hizo alianzas con las oligarquías de Guatemala para poder constuir estos proyectos hidroeléctricos en el río Cahabón. Florentino está asesinando el río más sagrado del pueblo q’eqchi’.
En octubre la organización Guatebelga le concedió el premio Quetzal por los Derechos Humanos y la Democracia en Guatemala. ¿Es un reconocimiento en el pueblo q’eqchi?
Yo represento la lucha dentro de la prisión y también todas aquellas personas que se están quedando sin agua y que no pueden acceder al río más sagrado de todos los pueblos originarios de Guatemala. Ya no nos podemos bañar divertirnos o ir a pescar.
Este texto forma parte del proyecto “El agua es vida”, de Alternativa Intercambio con Pueblas Indígenas, con el apoyo de la Beca DevReporter 2019, impulsada con la financiación del proyecto Frame, Voice, Report de la Unión Europea, Lafede.cat, la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo y el Ayuntamiento de Barcelona. (necesario poner este párrafo)
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